lunes, 3 de marzo de 2014

Una tarde.



Una tarde cualquiera...
salpicada de indescriptibles colores,
atardecer roto bajo la suave luz del cielo...
Y yo anhelo cobijarme entre tus brazos
y gozar inmortales los momentos...
 espero conocerte algún día...
y llevar a cabo el sueño vida mía...

 Bajo un cielo cobrizo,
de una tarde de ensueños,
 las emociones sin rostro,
desdibujando  fantasías, y al otro lado...
 Sí, al otro lado, sin duda estás tú…

En este atardecer
con el sol casi escondido,
y mi mente vuela a tu lado,
 dónde estas que no te veo,
¡¡¡Mi corazón te extraña, te anhela!!!
Me desespero
al llegar de la noche y no te encuentro;
otra noche sola ,
extrañando tanto tus besos y
tus caricias.

Te quiero tanto y
no estás conmigo
ven pronto cariño mío ...
La noche es tan larga
y tú, amor,  no estás a mi lado
y mi alma tiembla frio del frio
sintiendo aún en la piel
el perfume que tu dejaste…

Dónde estás que no te encuentro,
dónde estás mi amor...  que
perdida entre la madrugada
te busco en los reflejos del agua,
en la noche que llora rocío por mis mejillas,
pronunciando tu nombre a escondidas...
Quizás amanezca  el tiempo que perdí
 llamándote para encontrar la luz,
 en tu mirada de estrella.

P. Maeses y Miguel Ángel

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